19 junio 2017

No hay causas económicas ni organizativas para un nuevo ERE. ¿Conseguirá la dirección la firma de una mayoría sindical que le resulta imprescindible para blindar este nuevo atropello?



¿Conseguirá la dirección la firma de una mayoría sindical que le resulta imprescindible para blindar este nuevo atropello?

No hay causas económicas ni organizativas para un nuevo ERE

En la reunión del pasado 13 de junio, primera del periodo oficial de negociación del nuevo ERE que pretende imponernos la dirección, se nos hizo entrega a los sindicatos de un disco con la documentación contable mediante la que pretenden justificar este nuevo atraco a nuestros salarios y a nuestros puestos de trabajo (no podemos dejar de recalcar que la utilización de la movilidad geográfica ilimitada como forma de despido no es una mera hipótesis, sino una realidad ya demostrada durante los últimos años).

Aunque, como ya ha corroborado la Audiencia Nacional con la anulación de las medidas unilaterales previas al primer ERE fraudulento, la dirección de Liberbank utiliza la contabilidad creativa sin ningún recato (debe ser por esa labor por la que el Consejero Delegado, la cúpula directiva y el Consejo de Administración cobran sus desorbitantes e inmerecidas retribuciones), el difícil ejercicio de mostrar unas cuentas que, a la vez, demuestre lo bien que va la entidad (gracias a ellos, obviamente) y la necesidad imperiosa de seguir recortándonos y despidiéndonos a los trabajadores (los culpables, al parecer de todos los males por no saber estar a la altura de los directivos) da resultados como estos: la propia contabilidad entregada por la dirección demuestra que no se cumplen los requisitos legales para este nuevo ERE.

Según el Estatuto de los Trabajadores (art. 51) las condiciones para un ERE por causas económicas son las siguientes:

“Se entiende que concurren causas económicas cuando de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, en casos tales como la existencia de perdidas actuales o previstas, o la disminución persistente de su nivel de ingresos ordinarios o ventas. En todo caso, se entenderá́ que la disminución es persistente si durante tres trimestres consecutivos el nivel de ingresos ordinarios o ventas de cada trimestre es inferior al registrado en el mismo trimestre del año anterior.”

La documentación entregada por la dirección, que recoge la evolución de las cuentas de la entidad que ya conocíamos por haber sido publicadas en su momento, no cumple los requisitos legales y no justifica el ERE.

En cuanto a las posibles causas organizativas, hemos de recordar que el 19 de abril de este año, en la Junta de Accionistas de Liberbank (la misma que aprobó los inflados emolumentos de directivos y miembros del Consejo de Administración), Manuel Menéndez declaró lo siguiente:

“A la fecha actual se ha finalizado el grueso de la transformación de la red comercial en un 80%”

No hay, por tanto, motivos económicos ni organizativos para este nuevo ERE, razón de más para que la dirección necesite la firma de una mayoría sindical que, al igual que en el caso del ERE actualmente en vigor (hasta el 1 de julio), blinde legalmente los recortes y los despidos, al eximir, mediante dicha firma, a la dirección de la necesidad de demostrar las causas del nuevo ERE.

Por este motivo, la dirección está incrementando los contactos fuera de la mesa con diversos sindicatos (obviamente, no con la CSI) y por ese motivo también se hace más necesario que nunca que no consiga una mayoría sindical que avale este nuevo atropello y que, por el contrario, tenga enfrente a varios sindicatos dispuestos, cada uno desde su particular perspectiva, a pelear por los derechos de todos los compañeros.

Por nuestra parte, en ello estamos.

Seguiremos informando.

19 de junio de 2017